Una cueva que guarda toda su esencia y encanto
Cueva Casero
  • año 1945
  • 12 personas
  • Calle Hidalgo 22, Tomelloso
Visitamos la cueva de Manuel Casero, inmersa en una maravillosa casa tradicional que conserva todo su encanto, conservada con exquisito mimo por parte de sus propietarios. La casa fue de Luisa Torres, hermana del conocido y nombrado Jonás Torres, pasó después a otro propietario y finalmente la adquirió Manuel Casero que lleva en ella cuarenta años.

Al mismo tiempo que bajamos por la escalera a la cueva, Manuel nos cuenta que “esta no era la entrada original, porque la casa era mayor y hubo una partición. Nos costó dar con la entrada y cuando lo conseguimos hicimos esta nueva entrada”. En una de las paredes de la escalera, aparece una colección de botellas de vino y otros productos que son como un pequeño museo de la historia vitícola de la ciudad. Manolo nos explica igualmente que junto a la escalera hubo un pozo de gran profundidad. “Daba miedo, de hecho, tirabas una piedra y tardaba bastante tiempo en caer”.

La cueva, una de las primeras que se construyeron en Tomelloso allá por la mitad del siglo XIX, es de pequeñas dimensiones, pero guarda toda la esencia de las cuevas auténticas. Contuvo doce pequeñas tinajas, con capacidad para unas 150 arrobas cada una, que ahora son nueve al haberse roto tres. Las tinajas presentan pequeños elementos decorativos como cordeles y, a primera vista, parecen de diferente alturas, pero el ilusorio efecto se explica por la pendiente que tiene la cueva.

El techo está en la tosca pura, horadado por dos lumbreras que ventilan la cueva. Nos fijamos también en la canaleta por donde fluía el mosto y se iba distribuyendo a cada una de las tinajas.

  • Reserva una visita guiada
  • Viernes a domingo - 11:00 y 12:00
  • 3 € / persona (menores de 12 años gratis)
  • Manuel Casero
  • +34 656 26 34 05
  • Visita guiada con reserva previa aquí:

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